Ya les había comentado que ha llovido mucho estos días. La llunura estaba cubierta de agua. Pero en cuanto hay un rayito de sol hay que aprovechar a restaurar algunas cosas que se dañan.
Gracias a Dios no hizo tanto estrago en mi casa y hoy Miguel y Yo aprovechamos a restaurar el patio. Miguel arregló la cerca y sembró tomates y recogió frutos. Yo arreglé un poco mi jardín, aunque parece que va a seguir lloviendo. Aún así hemos cosechado de lo que hemos sembrado. ¡Gracias a Dios por eso!
Una vista del llano con agua
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